Tarde de bar - Capítulo 3
Iván: ¿Salís esta tarde?
Yago: Gala y yo sí
Guillermo: Y yo
Lorena: Y yo bebes ;)
Vicky: Ya somos 6. ¿A
dónde vamos?
Iván: Donde siempre guapa; D
Vicky: Vete a la mierda
Aunque
haya disimulado que estaba bien, está destrozada. Los insultos no le sientan
bien, y menos esos “geniales” comentarios que ha oído por los pasillos. Y todo
por culpa de Iván. Pero pensándolo bien también tiene ella la culpa, debería
haberlo parado antes. Se pone la cazadora, coge las llaves, el cacao, los
caramelos, el móvil y su USB, lo mete todo en la mochila, se despide de sus
padres y se va. Anda un par de calles hasta la casa de Guille. Le abre la
puerta Lorena, que le da un abrazo y, aun llevando los cascos puestos, puede
escuchar la canción que suena. Muerte en Hawaii de Calle 13. Su favorita,
no le extraña ese buen humor.
Guille
baja minutos después y el panorama le da risa. Su hermana y su amiga están
cantando a todo pulmón Ska-pa, menos mal que sus padres
no están en casa. Termina de bajar las
escaleras, pero hasta que no acaba la canción no se percatan de su estancia
ahí.
- - Tato. – Dice Lorena.
– Eres un tardón. – Y ambas amigas se ríen.
El
chico niega con la cabeza y salen de la casa. Después de andar un poco, llegan
al punto de encuentro donde están ya esperándolos. Vicky va a hablar
directamente con Gala después de saludar a Yago con un abrazo, haciendo que
este se ría al ver la cara de Iván cuando pasa por delante de él sin decirle
nada y le dé una palmada en la espalda.
-
No le vas
a decir nada ¿verdad? – Le pregunta la pelirroja.
-
Ni
hablar. – Indica feliz la chica. - ¿Vamos? – Su amiga sonríe y asiente.
Empiezan
a andar seguidas del resto del grupo. Mientras la morena anda alegremente
mirando sus deportivas desgastadas siente una mirada en su espalda, pero sigue
hablando con su amiga porque ya sabe quién es.
- - ¿Qué
tal con Yago? – Pregunta Vicky codeándole a Gala, haciendo que esta bufe.
- - Ni me
lo recuerdes. – Cierra los ojos. - No sé
qué pasa. Ayer, en el cuarto de baño, ya no estaba cómoda, ni en esa situación,
ni con él.
- -Tranquila
peque. – Ahora ella cierra los ojos. – Vamos a relajarnos que estas muy tensa.
Y así
como si nada, mueven un poco los brazos mientras cogen y sueltan aire ante la
atenta mirada de los demás del grupo que las miran extrañados desde atrás. De
repente un móvil suena y Lorena lo coge al instante alejándose unos metros para
hablar tranquilamente. Guille mira a Iván que aún no ha mediado palabra, algo
extraño en él.
- -Hey,
tío. ¿Qué pasa? – Se le adelanta Yago y este no responde. - ¡Tío!
- -¿Eh? - Pregunta él como si no se hubiera enterado. –
Nada, nada. – Dice y acelera el paso.
Al cabo
de 2 minutos llegan a su destino, el bar S-k-pate. Entran todos juntos al lugar
y Vicky e Iván van a pedir, los demás se sientan en una de las mesas.
- -Hola
chicos. – Dice Javier, el camarero, desde la barra.
- -Buenas
Javi. – Dice Vicky animadamente. – Lo de siempre porfa.
Llevan
acudiendo a ese bar toda su vida, empezaron yendo con sus padres de pequeños y
con 11 años comenzaron a ir solos, así
que el camarero e hijo de los dueños,
de ahora 2130 años, ya los conoce de
sobra. Los dos se sientan en unos taburetes y mientras la chica pone caras a la cámara del móvil, el
chico la observa. Es demasiado dulce para su gusto.
- -¿Podemos
hablar? – Pregunta Iván bastante serio.
- - No. –
Responde Vicky alegremente al tiempo que sale Javier con 6 vasos llenos y un
gran plato de puntillas, los coge y se va a la mesa donde están sus amigos
dejando al chico mientras paga en la barra. Deja todo en la mesa y
se sienta entre
Yago y Guille. - ¿De qué habláis?
- -Yago y
Guille están debatiendo sobre cuál es la mejor película de Tim Burton. – Indica
Lorena que está escribiendo algo en una servilleta.
Está dibujando en aquel pequeño pedazo de papel su nuevo tatuaje.
Ya lleva dos, pero casi nadie lo sabe y ahora que va a por el tercero quiere
que sea algo más… importante. Antes
ha hablado con Axel, le ha contado que en una semana más o menos aparecerá por
aquí, aunque no se lo puede decir a los demás, será una sorpresa. Se quita el
pañuelo que lleva en el pelo para que no se note demasiado las mechas
olvidándose de ese pequeño detalle. Aunque con la coleta no se le notaba
demasiado las raíces siguen siendo totalmente azules.
- -¿Qué te
ha paso en el pelo, friki? – Dice Gala cortando a sus dos amigos mientras llega
Iván junto a ellos. Guille mira a la pelirroja entrecerrando los ojos. – Joder
que mierda te has puesto. – Sigue diciendo despreocupándose de Guille que se
empieza a irritar.
- -Gala,
para ya. – Dice Vicky ante la actitud de su amiga, sabe que la rubia no le cae
demasiado bien, pero debe abstenerse de sus comentarios hirientes.
- -Joder,
tía, es que da risa.
- -No es
para tanto. – Defiende Yago a Lorena.
- -Pues yo
estoy de acuerdo con la pelirroja. – Indica el recién llegado alzando las
cejas.
- -Como
no… - Recrimina Vicky.
- -No
entes ahora en eso Vic. – Dice Guille.
- -Digo lo
que
quiero. – Responde la nombrada.
- - Ven
anda. – Dice Yago levantándose y llevando a la fuerza a su amiga con él. Sabe
que si se enfada será peor.
Salen y Vicky
se suelta malhumorada. Odia que Yago haga cosas de ese tipo, pero en el fondo
sabe que si no lo hubiera hecho habría discutido gravemente con la pelirroja.
Hace acción de volver a entrar, pero el chico la para antes de que ponga un pie
dentro.
- -Todavía
no. – Le indica él.
- -Haré lo
que me salga de las narices. – Replica ella intentando por todos sus modos,
pero el moreno la tiene sujeta de tal manera que no se puede soltar. Coge aire
y se gira hacia su “acompañante”. - ¿Me puedes soltar?
- -No. – Responde
sonriente.
Rueda
los ojos y por fin adivina que hacer, no quería recurrir a eso, pero el
chantaje siempre sirve.
- -Déjame
entrar o… - El chico alza las cejas con ironía. – Se lo diré a Guille.
Con eso
la suelta y entra. Se acerca a paso rápido a la mesa, a la vez Gala se levanta airadamente
haciendo que su coleta ascienda un poco mientras, por un impulso, le echa su
bebida por encima a Lorena, quedando está totalmente mojada, y se marcha sin hacer
caso a la recién llegada. Nada más salir del local se encuentra a Lucía, la
madre de Yago.
- -Hola
Gala. – La saluda la mujer.
- -Buenas
tardes. – Responde amablemente dejando de lado su cabreo. - ¿Qué tal?
- -Muy
bien, ¿no habrás visto a mi hijo verdad?
- -Pues
sí, está dentro con Vicky. – Dice molesta.
- -Anda…
Es muy buena chica.
- -Demasiado.
– Resopla por lo bajo la pelirroja.
- -Bueno,
Gala, me voy que tengo que ir a ver a mi padre.
- -De
acuerdo. Adiós.
Cierra
los ojos mientras la madre de su “amigo” se va y se gira para tomar el camino
contrario a la mujer. Saca su teléfono y marca un número. Se lleva el aparato a
la oreja.
- -Buenas…Donde
siempre y cuando siempre. – Y cuelga.
***
- -Te juro
que si vuelve a hacer algo así le reviento la cara. – Indica Lorena limpiándose
los ojos aún un poco mojados y Guille, a su lado le daba servilletas.
- -Para
mí, Gala tenía razón. – Responde Iván mirando el móvil, ganándose una mala
mirada por parte de Yago. Este está al lado de Victoria que al escuchar al
chico inspira profundamente.
- -Pero,
¿qué ha pasado desde que este me ha sacado fuera? – Pregunta Vicky.
- -Pues… -
Empieza Lorena.
- -Yo te
lo cuento. – Termina Guille que hasta entonces no ha hablado. – Gala ha
empezado a decir que mi hermana era una pringada sin estilo y yo la he
defendido. – La rubia se apoya en su hermano. – Pero entonces le ha dicho que
no sabía defenderse y le ha contestado.
- -Vaya se
te ha olvidado que ha hablado de su padre. – Vuelve a interceder Iván.
- -¿En
serio? – Pregunta Yago atónito. Todos en esa mesa saben el estado familiar de
su amiga.
- -Bueno… -Responde
la rubia en un tono casi inaudible.
- - No…
Lore… Eso no. – Dice Vicky frotándose las sienes. Conoce demasiado bien a la
pelirroja y si no hace una locura será pura suerte.
Saca el
teléfono y llama a Gala. Al tercer toque suena el contestador y Vicky bufa. La
chica mira a Yago, que le acaricia la espalda reconfortándola. Sabe que se ha
preocupado. En ese momento Lorena se levanta y pasa por encima de su hermano
para salir de su rincón.
- - Chicos…
Yo me tengo que ir… - Dice poniéndose el pañuelo y está vez se dirige a Guille.
– Nos vemos en casa. – Le da un beso en la mejilla tranquilamente y sale por la
puerta del local.
Nada
más poner un pie en la calle, marca el número de Axel y avanza rápidamente hacia
casa de Sergio. Ha quedado con el antes de salir de casa. Necesita
que la ayude con una cosa.
Dentro del bar, Iván
decide que también es hora de irse, que la salida ya no tiene vida, así que se
va dejando a Yago, Victoria y Guille solos, pero este último también tarda poco
en marcharse. Mañana tienen clase y ya se está poniendo el sol. Nada más salir
este del bar, Vicky vuelve a llamar a Gala, pero sigue sin contestar, se
desespera y deja reposar su cabeza en sus manos ante la atenta mirada de Yago.
- -¿Nos vamos? – Pregunta el chico, a lo que la chica
asiente.
***
Gala se sienta en uno
de los columpios con los últimos rayos de luz a la espalda y disfruta de los
pequeños gatos juguetones que han decidido salir a jugar a estas horas de la
tarde.
Le ha dolido lo que le
ha dicho Lorena. Con ese comentario han vuelto esas estúpidas voces, esas que
la instan para largarse de ahí. Lo está deseando, pero algo se lo impide… De
repente un flash de luz ilumina su alrededor.
- - No te atrevas a profanar la oscuridad de la noche
con ese teléfono. – Dice la chica sin siquiera girarse.
- -Vaya, que intensidad. – Indica Luis divertido. -
¿Para qué me has citado, princesa?
- -Para lo de siempre.
- - Pues empieza. – Responde el chico sentándose en el
columpio contiguo y entregándole un pequeño paquete.
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